La cortesía debe siempre viajar con nosotros, no por estar lejos de casa se olvidan las buenas costumbres y menos debemos sacar las malas. El generalizar sobre las culturas o nacionalidades me parece poco agradable, pero... lamentablemente en mis viajes me he topado con algunos individuos que me han amargado el momento y quizás por casualidad o destino han resultado ser ciudadanos de un mismo país.
Todos tenemos alguna mala costumbre, no lo niego, pero también tenemos el poder de controlarnos por algún momento para que los demás puedan disfrutar de sus vacaciones al máximo.
Les dejo mis consejos de protocolo que pueden hacer más agradable viajar:
-Antes de platicar con alguien en lugares donde nos encontramos muy justos como el avión o los buses debemos checar nuestro aliento y llevar unas pastillas de menta o un chicle que incluso puede ser el inicio de una linda conversación.
-Sí tenemos algún problema de pies!, evitemos quitarnos los zapatos.
-Respeta las filas y el orden los lugares que lo requieran.
-Nunca tiren los chicles en la calle o en las paredes, mucho menos en los muebles.-Sí te encuentras en algún espectáculo o paseo que requiera de que los espectadores estén sentados, respeta a los demás, todos queremos ver!
-La basura siempre, siempre! en su lugar y sí se puede separar mejor.
-No grites al platicar, en caso de que sea innecesario, hay gente que esta descansando en los hoteles o medios de transporte.
-Los lugares religiosos y más aquellos que no son de nuestra creencia merecen respeto.
-Algunos ruidos corporales como eructos y gases, siempre te harán quedar mal.
-Nunca quites a nadie por tomarte una foto, espera tu turno y menos lo hagas cuando la gente se encuentra observando una obra de arte.
¿A caso es mucho pedir?
Todos podemos hacer un mundo de viajeros más feliz!
