viernes, 29 de agosto de 2014

Plaza San Marcos Venecia

La "Piazza" de Venecia, el corazón de la ciudad. La plaza fue construida originalmente como una extensión de la Basílica de San Marcos. Alrededor podemos apreciar la belleza de el Campanario, el Palacio Ducal, la Torre dell'Orologio y las Procuradurías, mismas que en sus plantas inferiores son ocupadas por tiendas para turistas y cafeterías, que aunque no son baratas bien vale la pena sentarse a disfrutar la hermosura de la plaza acompañadas de la música en vivo interpretada por numerosos virtuosos que amenizan la tarde, eso sí prepara tus 10 euros por el consumo más barato. Bien se cree que Napoleón la llamó "El salón más bello de Europa".  

En nuestra visita optamos por llegar a la Plaza en el vaporetto y regresar caminando de la Plaza de San Marcos a la Piazzale Roma son aprox. 30 min. El camino es muy agradable y además los alrededores de la plaza están abarrotados de las grandes tiendas de moda y marcas de reconocimiento mundial, luego también una gran variedad de bazares con máscaras tradicionales del carnaval, hermosas definitivamente.




Otro tema al respecto de la plaza que no podemos pasar por alto son sus residentes permanentes, las palomas, se calcula que en Venecia hay casi 2 palomas por cada habitante y se pueden encontrar en cualquier campo, iglesia y  monumento de la ciudad. Desde hace algunos años está PROHIBIDO alimentarlas aún así hay muchísimas, por ello siempre hay autoridades policiales  alrededor de la plaza que también te prohíben sentarte alrededor de ella en el piso o comer fuera de los lugares determinados por las cafeterías, se estima que  de los impuestos recaudados por la ciudad se gastan  275 euros al año por cada habitante para pagar los gastos del mantenimiento por el deterioro causado de las palomas .

Regresando a la plaza uno de los espectáculos propios del lugar es la Acqua Alta (marea alta), fenómeno que resulta del otoño a la primavera cuando el nivel del mar Adriático sube e inunda la plaza, esto ocurría unas pocas veces al año pero en las últimas décadas a pasado de 10 a 60 veces en promedio anual, en general para los residentes no es un problema y se preparan muy bien con sus botas de goma, pero para los turistas sí puede resultar un poco problemático.